La Cúrcuma forma parte de una mezcla de varias especias de sabor más o menos picante que se conoce con el nombre de Curry, derivado de la voz india “kari” que significa salsa. Son también ingredientes obligatorios: jengibre, cardamomo, coriandro, anís, macis, clavos, pimienta y canela, sin que exista una receta Standard para esta mezcla: en la India la dueña de casa la prepara cada vez de nuevo para sazonar su arroz, carnes, pescados, verduras y diversas salsas. También se utiliza para darle el sabor o el color a las mostazas, a las mantequillas y a los quesos.
La Curcuma longa L., de la familia de las Zingiberáceas, es una planta de origen asiático cuyo rizoma, de color naranja vivo bajo una fina película marrón clara, es usado comúnmente como una especia en la cultura asiática, donde está considerada como una planta mágica dadas sus características organolépticas y sus indudables propiedades terapéuticas y protectoras, sobre todo a nivel hepático y cutáneo. Su principal valor es su utilización para aliviar los males estomacales. Antiguamente, los farmacéuticos de Asia y Europa la empleaban en virtud de la teoría de las «firmas»: como era amarilla parecía totalmente indicada para curar la ictericia y las fiebres biliares, teoría que ha sido confirmada por la moderna fitoterapia.
El rizoma de cúrcuma ha sido objeto de muchas investigaciones en la India, se ha intentado encontrar sus principios activos con el fin de optimizar su actividad y de explicar su mecanismo de acción; se han preparado numerosos extractos, etanólicos, metanólicos y con distintos solventes para analizar sus actividades biológicas
El principal componente es la curcumina, uno de los ingredientes activos responsables de su actividad biológica y que además es quién le da su llamativo color amarillo. Se sabe que esta sustancia es estable en el estómago y en el intestino delgado; su elevada lipofilia le permite una rápida absorción gastrointestinal por difusión pasiva. Tras su administración, es metabolizada y excretada principalmente por bilis y heces, y también por orina. Sus principales metabolitos también son bioactivos.
Desde antiguo, se han descrito muchas propiedades para los extractos de Curcuma longa y para la curcumina. Se conoce su actividad antibacteriana, antifúngica y antiparasitaria, y recientemente se ha demostrado su capacidad para inhibir la integrasa del HIV-1. También se han demostrado efectos específicos en otros tejidos y órganos, como la piel, el sistema gastrointestinal y respiratorio y en el hígado.
Todas estas propiedades son debidas a distintos mecanismos de acción. Se ha demostrado que la cúrcuma posee efectos antiinflamatorios, a través de la modulación del metabolismo de los eicosanoides, tiene capacidad inmunomoduladora, principalmente alterando el perfil de las citoquinas Thl de los linfocitos T helper, y actividad hipolipidémica, disminuyendo el colesterol, los triglicéridos y los fosfolípidos plasmáticos así como en las LDL.
Hay muchos estudios que demuestran la capacidad de la cúrcuma para estabilizar membranas y para prevenir la peroxidación lipídica, un proceso fundamental en el establecimiento, la progresión y las complicaciones de muchas patologías como las enfermedades hepáticas, renales, cardiovasculares, neurodegenerativas, en la diabetes y en las cataratas. Las últimas investigaciones sobre los efectos biológicos de los extractos de cúrcuma y de los curcuminoides están encaminados a estudiar su actividad anticancerosa, principalmente frente al cáncer de piel, colon y duodeno.
La cúrcuma podría retardar la coagulación sanguínea. El tomar cúrcuma junto con hierbas que también retardan la coagulación sanguínea podría aumentar las probabilidades de sufrir moretones y pérdida de sangre. Estas hierbas incluyen la angélica, el clavo de olor, la salvia miltiorrhiza, el ajo, el jengibre, el ginkgo, el ginseng Panax, el trébol rojo, el sauce y otras.
Utilizada como condimento en la alimentación es muy saludable. Con fines medicinales, estomacales, etc. se sugiere no utilizar dosis muy elevadas, y para tratamientos medicinales con dosis altas hay que consultar con el médico.
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